¿Te ha pasado que al llegar a un nuevo trabajo esperas que tu jefe o jefa sea una persona que siempre tenga palabras positivas hacia ti, hacia tu trabajo, que siempre sea un aliciente o un estímulo y que siempre te haga una crítica constructiva? ¡Todos soñamos con eso! Pero nunca estamos exentos a toparnos con un jefe tóxico, que perjudica nuestro rendimiento.
Quiero compartirte algunas señales de tener un jefe tóxico:
- Cada vez que te das la vuelta este jefe mira lo que haces por encima de tu hombro.
- No confía en ti, pareciera que no gusta lo que estás haciendo en el trabajo
- Hace que el ambiente laboral sea hostil
- La actitud de tu jefe demuestra superioridad excesiva y menosprecia el trabajo de los colaboradores, mientras se apropia de las ideas que propone el equipo de trabajo
- Es controlador, está al pendiente de lo que haces, te escribe en horarios que no corresponden a tu jornada laboral y te exige hacer las cosas a su manera.
- Realiza reuniones repetitivas que no aportan nada distinto. Reuniones en las que los colaboradores ni siquiera prestan atención y se hablan de temas poco importantes para la compañía.
- Critica destructivamente tu trabajo y no da paso a la creatividad de todos los colaboradores
Algunas cosas que puedes hacer cuando tienes un jefe tóxico son:
1) Admite que hay un problema. Si tienes una mala relación con tu jefe, incluso si es culpa de esa persona, eres tú el que no podrá trabajar lo bien que quisieras
2) Determina que no permitirás que esta persona perjudique tu autoestima. Un jefe tóxico, un mal jefe o incluso malos colegas no tienen derecho a hacerte sentir mal contigo mismo o hacerte sentir culpable por lo que haces en el trabajo.
3) Hazte las preguntas … ¿Qué has hecho tú para empeorar la situación? ¿Qué puedes hacer para mejorar la situación?
4) Controla y dirige tu atención hacia aquello que tú tienes control y que por tanto puedes controlar. Es muy fácil cuando estás en una situación de este tipo que te desmotive, que hagas mal tu trabajo, que llegues tarde; y son motivos en el cual está reforzando ese jefe a criticarte; si tienes la atención en lo que tú puedes controlar de tu trabajo, tu puntualidad, tu profesionalidad, le estarás quitando cartas a tu jefe para que no tenga motivos de tener comentarios negativos o tóxicos hacia ti. Acciona tu metaconciencia: enfócate en tu crecimiento laboral y personal, cada mes mídete para que sea una competición contra ti, esto te servirá para tener un crecimiento laboral y personal en tu persona como trabajador. Es muy fácil en este tipo de situaciones encontrar reforzadores y estímulos que te ayuden a continuar y a progresar en el trabajo
5) Ni se te ocurra por algún momento querer cambiar a un jefe tóxico, jamás.
6) Hazte respetar. Nunca dejes que tu jefe te falte el respeto.
7) Busca siempre al final de la semana un hueco para disfrutar, para desconectar del trabajo y hacer lo que más te gusta
8) Controla tus emociones, tu comportamiento, se siempre muy profesional y cuando tengas que decir las cosas siempre hazlo con una comunicación muy asertiva.
9) Desahógate, cuéntale a tu pareja, a tu familia, a tus amigos lo que estas viviendo con tu jefe, no te lo guardes.
10) Si no te gusta el trabajo, cambia de trabajo.
Se necesitan dos para bailar un tango, como dicen, e incluso los peores jefes pueden ser mejores y trabajar de forma más fluida y positiva contigo si te esfuerzas por descubrir qué es lo que necesita para ayudarlo y asegurarte de que lo estás haciendo.
Al final, solo podemos ayudarnos a nosotros mismos y solo podemos cambiar nosotros mismos. No vas a cambiar a tu jefe, pero puedes cambiar la forma en que reaccionas ante esa persona, y puedes cambiar la forma en que te comportas en el lugar de trabajo
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